La bursitis es una condición que puede ser muy dolorosa, que afecta las bursas. Estas son pequeñas bolsas llenas de líquido que actúan como amortiguadores entre los huesos, tendones y músculos alrededor de las articulaciones, para que las articulaciones se puedan mover con suavidad y sin dolor. Pero, cuando estas bolsas se inflaman, surge el dolor y la limitación de movimiento, que puede afectar de manera negativa tu calidad de vida. Pero, no te preocupes, que esta condición de salud puede ser tratada con la ayuda de un especialista.
¿Qué es la bursitis?
Las bursas son sacos sinoviales que contienen líquido sinovial, se puede considerar como un lubricante que reduce la fricción entre las estructuras móviles de la articulación. La bursitis ocurre cuando una bursa se inflama, generalmente debido a un traumatismo, uso excesivo o infección.
Esta condición puede causar intenso dolor a quienes la padecen. Es más común de lo que gran cantidad de personas pueden pensar. Sin embargo, estos malestares desaparecen luego de iniciar un tratamiento adecuado. No obstante, debe prestar mucha atención cuando la bursitis se presenta de manera recurrente.
¿Cómo se manifiesta la bursitis?
La principal característica o síntoma de la bursitis, es la presencia de dolor en la articulación afectada. Este dolor tiene la tendencia de empeorar con el movimiento o la presión. También se pueden presentar otros síntomas, tales como:
- Hinchazón y enrojecimiento en la zona afectada.
- Sensibilidad al tacto.
- Limitación de movimiento.
Vale destacar, que algunos profesionales señalan algunos factores que influyen en el incremento del riesgo de padecer esta enfermedad:
- Edad. Con el avance de la edad, los tendones pierden elasticidad, siendo más propensos a lesionarse, lo que puede aumentar el riesgo de bursitis.
- Actividades repetitivas. La realización repetida de ciertos movimientos, como lanzar una pelota o usar herramientas manuales, puede ejercer presión sobre las bursas y provocar su inflamación.
- Lesiones. Un golpe o lesión en la articulación puede desencadenar la bursitis.
- Infecciones. Hay casos en los cuales una infección puede ser la causa de la bursitis.
- Condiciones médicas. Algunas personas pueden presentar condiciones médicas, como la artritis reumatoide, la gota o la diabetes, cuya evolución incrementa el riesgo de desarrollar la dolorosa bursitis.
Zonas más propensas a la bursitis
La bursitis puede afectar cualquier articulación del cuerpo humano, que tenga una bursa, pero algunas zonas son más propensas:
- Hombro. La bursitis de hombro es común en personas que realizan movimientos repetitivos con el brazo, como lanzar o levantar objetos pesados.
- Codo. La bursitis de codo, también conocida como codo de tenista o codo de golfista, puede ser causada por movimientos repetitivos o traumatismos.
- Cadera. La bursitis de cadera puede afectar la bursa trocantérea, ubicada en la parte externa de la cadera, o la bursa iliopectínea, ubicada en la parte interna.
- Rodilla. La bursitis de rodilla puede afectar la bursa prerrotuliana, ubicada sobre la rótula, o la bursa infrapatelar, ubicada debajo de la rótula.
- Talón. La bursitis de talón puede afectar la bursa retrocalcánea, ubicada entre el tendón de Aquiles y el hueso del talón.
¿Cuándo es momento de consultar a un médico especialista?
Si estás experimentando síntomas de bursitis, es importante que consultes a un médico para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados. Sin embargo, hay algunas situaciones en las que es especialmente importante buscar atención médica:
- Dolor intenso. El dolor es el principal síntoma de esta condición, y si este dolor en la articulación llega a ser muy intenso y, no percibe ninguna mejoría con el reposo, el hielo y los medicamentos de venta libre, es importante que consultes a un médico.
- Hinchazón. Si la articulación está muy hinchada, caliente o enrojecida, esto podría ser un signo de infección y requiere atención médica inmediata.
- Fiebre. Si tienes fiebre, además del dolor en la articulación, esto también podría ser un signo de infección y requiere atención médica inmediata.
- Limitación de movimiento. Si no puedes mover la articulación o te resulta muy difícil hacerlo, es importante que consultes a un médico.
- Síntomas persistentes. Si los síntomas de la bursitis no mejoran después de unas semanas de tratamiento en casa, es importante que consultes a un médico.
Además de estas situaciones, también es importante que consultes a un médico si tienes alguna otra condición médica que pueda estar contribuyendo a la bursitis, como artritis reumatoide o gota.
El médico puede diagnosticar la bursitis basándose en tus síntomas y un examen físico. En algunos casos, puede ser necesario realizar pruebas adicionales, como radiografías o resonancias magnéticas, para descartar otras posibles causas del dolor en la articulación.
Tratamiento de la bursitis
El tratamiento de la bursitis dependerá de la causa y la gravedad de la inflamación. Las opciones de tratamiento pueden incluir:
- Reposo. Evitar actividades que causen dolor y permitir que la articulación descanse.
- Hielo.Aplicar hielo en la zona afectada, por lo menos durante un lapso de tiempo entre 15 y 20 minutos, varias veces al día.
- Compresión. Usar un vendaje elástico ayuda a reducir la hinchazón.
- Elevación. Mantener la extremidad afectada elevada por encima del nivel del corazón para reducir la inflamación.
- Medicamentos. El especialista puede recetar analgésicos o antiinflamatorios. Estos medicamentos ayudarán a aliviar el dolor y la inflamación. En algunos casos, puede requerir inyecciones de corticosteroides en la bursa afectada.
- Fisioterapia. Un fisioterapeuta puede enseñar a los pacientes una serie de ejercicios para fortalecer los músculos alrededor de la articulación y mejorar la movilidad. También puede corregir algunas posturas, para evitar tensiones innecesarias en el área afectada.
- Cirugía. En raras ocasiones, puede ser necesaria la cirugía para drenar la bursa inflamada o extirparla.
La bursitis es una condición dolorosa que puede afectar la calidad de vida. Si experimentas dolor persistente en una articulación, consulta a un médico especialista para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.
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