Infiltraciones como alternativa para aliviar el dolor articular

por | Jul 15, 2025 | Blog Traumatología | 0 Comentarios

El dolor articular es una aflicción que impacta a millones de personas en todo el mundo, reduciendo su calidad de vida y limitando sus actividades diarias. Desde la rigidez matutina hasta el dolor punzante que acompaña cada movimiento, las enfermedades articulares, como la osteoartritis, la artritis reumatoide, la bursitis o la tendinitis, pueden ser devastadoras. Si bien existen diversas estrategias para su manejo, que van desde la fisioterapia y la medicación oral hasta, en casos extremos, la cirugía, un enfoque terapéutico cada vez más utilizado y valorado son las infiltraciones articulares. Este procedimiento, que implica la administración directa de medicamentos en o alrededor de la articulación afectada, ofrece una alternativa eficaz para aliviar el dolor y mejorar la función, a menudo cuando otras opciones han fallado.

¿qué son las infiltraciones articulares?

Las infiltraciones articulares, también conocidas como inyecciones intraarticulares, son procedimientos médicos en los que se introduce una aguja fina en el espacio articular o en los tejidos blandos circundantes, como tendones, ligamentos o bursas, con la finalidad de depositar medicamentos. El objetivo principal es entregar una alta concentración del fármaco directamente en el sitio del problema, maximizando su efecto terapéutico y minimizando los efectos secundarios sistémicos que podrían ocurrir con la medicación oral.

El procedimiento suele ser rápido y se realiza en un entorno ambulatorio, ya sea en el consultorio del médico o en una clínica especializada. Este procedimiento requiere de varias etapas.

  • Evaluación y preparación. Antes de la infiltración, el médico revisará el historial clínico del paciente y realizará un examen físico para confirmar el diagnóstico y la indicación del procedimiento. Se explicarán los beneficios, riesgos y alternativas.
  • Anestesia local. Para minimizar las molestias, el especialista puede aplicar un anestésico local tópico o inyectado en la piel antes de la punción.
  • Localización de la articulación. La precisión es clave. En muchos casos, especialmente en articulaciones grandes y superficiales como la rodilla o el hombro, la localización se realiza mediante palpación. Sin embargo, para articulaciones más pequeñas, profundas o complejas, como la cadera, las articulaciones facetarias de la columna o las articulaciones sacroilíacas, se utiliza guía por imágenes, como la ecografía o la fluoroscopia (rayos X en tiempo real). El uso de la guía por imagen ha proporcionado una mayor precisión de la inyección y, por ende, la efectividad del tratamiento, disminuyendo las posibles complicaciones.
  • Inyección del medicamento. Una vez que la aguja está en la posición correcta, se inyecta el medicamento. Los fármacos más utilizados por el especialista pueden incluir, corticosteroides, ácido hialurónico, plasma rico en plaquetas, ozonoterapia, entre otros.
  • Post-procedimiento. Después de la inyección, se puede aplicar un vendaje o un parche. Se aconseja al paciente evitar actividades extenuantes durante 24-48 horas. El alivio del dolor puede no ser inmediato, especialmente con corticosteroides, cuyo efecto puede tardar unos días en manifestarse plenamente.

beneficios de las infiltraciones articulares

Las infiltraciones ofrecen varias ventajas significativas para el manejo del dolor articular, entre las que se pueden mencionar las siguientes.

  • Alivio del dolor dirigido. La administración directa de medicamentos en el sitio de la inflamación o el daño proporciona un alivio del dolor más rápido y efectivo que la medicación oral, ya que la concentración del fármaco es mucho mayor donde se necesita.
  • Reducción de la inflamación. Los corticosteroides son excelentes para disminuir la inflamación local, lo que a su vez reduce el dolor y la hinchazón.
  • Mejora de la función y movilidad. Al reducir el dolor y la inflamación, los pacientes pueden recuperar un rango de movimiento mejorado y realizar actividades que antes les resultaban dolorosas. Esto puede facilitar la participación en programas de fisioterapia.
  • Menos efectos secundarios sistémicos. A diferencia de los medicamentos orales que afectan a todo el cuerpo, las infiltraciones minimizan la exposición sistémica a los fármacos, reduciendo el riesgo de efectos secundarios en otros órganos.
  • Retraso o evitación de la cirugía. Para muchos pacientes, las infiltraciones pueden posponer la necesidad de una cirugía mayor de reemplazo articular o incluso evitarla por completo, especialmente en etapas tempranas de la enfermedad.

riesgos y posibles complicaciones

Aunque las infiltraciones son generalmente seguras, como cualquier procedimiento médico, conllevan ciertos riesgos.

  • Dolor o molestia temporal. Es común experimentar un dolor leve o molestias en el sitio de la inyección durante 24-48 horas, a veces conocido como inflamación por cristalización, en el caso de los corticosteroides.
  • Infección. Aunque es muy rara (menos del 1% de los casos), la infección es la complicación más grave. Se minimiza con una estricta técnica aséptica.
  • Sangrado o hematoma. Puede ocurrir en el sitio de la inyección, especialmente en pacientes que toman anticoagulantes.
  • Daño a los tejidos circundantes. En raras ocasiones, la aguja puede dañar nervios, vasos sanguíneos o tendones. El uso de guía por imágenes reduce este riesgo.
  • Atrofia cutánea o decoloración. En el sitio de la inyección de corticosteroides, la piel puede adelgazarse o perder pigmentación.
  • Empeoramiento transitorio del dolor. En ocasiones, el dolor puede aumentar temporalmente antes de mejorar.
  • Reacción Alérgica. Posible, aunque poco común, a los medicamentos inyectados o al anestésico.
  • Aumento de los niveles de glucosa en sangre. En pacientes diabéticos, los corticosteroides pueden elevar temporalmente los niveles de azúcar en sangre.
  • Limitación de la frecuencia. Las infiltraciones con corticosteroides no deben realizarse con demasiada frecuencia en la misma articulación, generalmente no más de 3-4 veces al año, debido al riesgo potencial de debilitamiento del cartílago o los tejidos.

    ¿quiénes pueden recibir este tratamiento?

    Las infiltraciones articulares no son para todos, y la decisión de realizarlas debe ser individualizada y tomada en consulta con un médico especialista en áreas como reumatología, traumatología, medicina del dolor o fisiatría. Los candidatos ideales suelen ser aquellos que:

    • Experimentan dolor articular persistente que no ha respondido adecuadamente a tratamientos conservadores como el reposo, los analgésicos orales, los antiinflamatorios no esteroides (AINEs) o la fisioterapia.
    • Tienen una inflamación significativa en la articulación.
    • Buscan un alivio rápido y dirigido del dolor.
    • No son candidatos para cirugía o desean posponerla.
    • No tienen infecciones activas en la articulación o en el cuerpo.
    • No tienen trastornos de coagulación no controlados.
    • Son particularmente útiles en condiciones como: Osteoartritis (especialmente en rodilla, hombro, cadera y pequeñas articulaciones de manos y pies), artritis reumatoide y otras artritis inflamatorias, bursitis (hombro, cadera, codo), tendinitis (hombro, codo, rodilla), síndrome del túnel carpiano, dolor en articulaciones facetarias de la columna, dolor de la articulación sacroilíaca, por dar algunos ejemplos.

     Las infiltraciones articulares representan una herramienta valiosa en el arsenal terapéutico para el manejo del dolor crónico y la inflamación en diversas afecciones musculoesqueléticas. Al ofrecer un alivio dirigido y eficaz, pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes, permitiéndoles retomar actividades y participar más activamente en su propia recuperación. Si bien no están exentas de riesgos, estos son generalmente bajos cuando el procedimiento es realizado por profesionales capacitados y bajo las condiciones adecuadas. Para aquellos que buscan una alternativa efectiva a la medicación sistémica o a la cirugía, las infiltraciones pueden ser el puente hacia una vida con menos dolor y mayor movilidad.

     Fuentes:

    American Academy of Orthopaedic Surgeons (AAOS). (2024). Injections for Osteoarthritis of the Knee. Disponible en: https://orthoinfo.aaos.org/en/treatment/injections-for-osteoarthritis-of-the-knee

    American College of Rheumatology (ACR). (2024). Osteoarthritis Treatment. Recuperado de https://www.rheumatology.org/Patients/Diseases-Conditions/Osteoarthritis/Treatment

    UpToDate. (2025). Intraarticular glucocorticoid injections for osteoarthritis of the knee.

    National Institute of Arthritis and Musculoskeletal and Skin Diseases (NIAMS). (2023). Osteoarthritis. Recuperado de https://www.niams.nih.gov/health-topics/osteoarthritis

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