Los dolores en las articulaciones, son afecciones que encontrarás con gran frecuencia en el consultorio de un traumatólogo. Los pacientes que padecen estos dolores reciben el tratamiento que se ajuste a sus necesidades, y una de las opciones que en ocasiones escucharás, es la artrocentesis, que es cuando alguien dice que le han sacado líquido de la rodilla. Por supuesto, este tratamiento no es aplicado en todos los casos, pero puede proporcionar mucho alivio a los pacientes.
¿Qué es la artrocentesis?
La artrocentesis es un procedimiento médico, que realiza el traumatólogo, cuando detecta una acumulación anormal de líquido en cualquier articulación del cuerpo, aunque la más frecuente, es en la rodilla.
Este líquido se conoce como líquido sinovial, y su función es lubricar las articulaciones. Suele ser un líquido espeso y de color claro, sin embargo, estas características pueden variar, en función de la presencia de algunas enfermedades.
¿Por qué el médico decide aplicar una artrocentesis?
Este procedimiento médico tiene como objetivo principal, obtener una muestra del líquido sinovial, para ser analizado y facilitar un diagnóstico o tratar cualquier afección en las articulaciones.
- Diagnosticar la causa del problema. Identificar si la inflamación se debe a una infección, artritis, gota o, cualquier otra afección.
- Confirmar un diagnóstico. En ocasiones, los resultados de la artrocentesis ayudan a confirmar un diagnóstico sospechado por otros exámenes.
- Aliviar los síntomas. Al extraer el exceso de líquido, se reduce la presión en la articulación, de esta manera, se alivia el dolor y la hinchazón.
- Administrar medicamentos. Se pueden inyectar medicamentos directamente en la articulación para reducir la inflamación.
Por otra parte, los médicos también deciden llevar a cabo una artrocentesis, dependiendo de los síntomas que presente el paciente. Entre los más importantes, se pueden mencionar los siguientes.
- Dolor intenso. Especialmente si es repentino o se acompaña de otros signos de inflamación.
- Hinchazón. Un aumento visible del tamaño de la articulación.
- La piel alrededor de la articulación puede estar enrojecida y caliente al tacto.
- Dificultad para mover la articulación.
- Pérdida de función. Incapacidad para realizar movimientos normales con la articulación afectada.
Pero, existen otros motivos por los cuales el médico puede decidir realizar este procedimiento.
- Resultados de exámenes físicos. El médico evaluará la sensibilidad, el rango de movimiento y la estabilidad de la articulación.
- Historial médico. Se revisarán enfermedades preexistentes, lesiones recientes y tratamientos previos.
- Resultados de análisis de sangre. Algunos análisis pueden ayudar a identificar procesos inflamatorios o infecciosos.
- Imágenes radiológicas. Radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas pueden mostrar cambios en la articulación.
¿Cómo se realiza este procedimiento médico?
La artrocentesis se realiza, en términos generales, en la extracción del líquido sinovial de una articulación, con la ayuda de una aguja. Pero, este proceso se realiza en diferentes etapas o pasos.
Etapa 1. Preparación
Anestesia local. Se aplica un anestésico local en el área de la punción para minimizar el dolor.
Desinfección. La piel alrededor de la articulación se limpia con un antiséptico para prevenir infecciones.
Etapa 2. Inserción de la aguja
Visualización. En algunos casos, se utiliza una ecografía o rayos X para guiar la aguja hacia el lugar exacto de la articulación.
Punción. El médico introduce una aguja fina a través de la piel y hacia la cavidad articular.
Etapa 3. Extracción del líquido
Aspiración. Se utiliza una jeringa para extraer una muestra del líquido sinovial. La cantidad de líquido extraído dependerá del tamaño de la articulación y de la cantidad de líquido presente.
Etapa 4. Finalización
Retirada de la aguja. Una vez obtenida la muestra, se retira la aguja.
Vendaje. Se coloca un vendaje en el sitio de la punción para evitar el sangrado y la infección.
Etapa 6. Recuperación
La artrocentesis es un procedimiento muy rápido y sencillo, sin embargo, en algunos pacientes se pueden presentar algunas molestias, después de culminar con el procedimiento.
- Dolor leve. Es normal sentir un poco de dolor o molestia en la articulación después del procedimiento.
- Hinchazón. La articulación puede estar un poco hinchada durante unas pocas horas.
- Puede experimentar rigidez en la articulación durante un corto período de tiempo.
Es importante seguir las instrucciones de su médico después del procedimiento para garantizar una recuperación adecuada.
Riesgos de la Artrocentesis
La artrocentesis es un procedimiento que generalmente es seguro, sin embargo, al igual que cualquier otro procedimiento médico, conlleva ciertos riesgos potenciales que debe conocer.
- Infección. Aunque poco común, existe el riesgo de que la aguja introducida para extraer el líquido sinovial pueda llevar bacterias a la articulación, causando una infección.
- Se puede producir un pequeño sangrado en la articulación después del procedimiento, aunque esto suele detenerse por sí solo.
- Daño a estructuras cercanas. En raras ocasiones, la aguja puede dañar nervios, tendones o vasos sanguíneos cercanos a la articulación.
Contraindicaciones
Al considerar los riesgos relacionados con la aplicación de la artrocentesis, es importante conocer las contraindicaciones de este procedimiento.
- Infección de la piel en el sitio de la punción. Una infección en la piel puede aumentar el riesgo de infección articular.
- Trastornos hemorrágicos. Los pacientes con trastornos de la coagulación o que están tomando anticoagulantes tienen un mayor riesgo de sangrado.
- Artritis séptica severa. En algunos casos de infección articular grave, la artrocentesis puede no ser segura.
- Prótesis articular. La artrocentesis en una articulación protésica puede aumentar el riesgo de infección.
0 comentarios