El dolor, a pesar de lo molesto que puede ser, para muchos especialistas es la alarma del cuerpo, esencial para la supervivencia. Tradicionalmente, se clasificaba como nociceptivo, causado por daño tisular real o potencial, como una herida; o neuropático, causado por una lesión o enfermedad del sistema nervioso. Sin embargo, una gran proporción de pacientes con dolor crónico no encajaba claramente en ninguna de estas categorías.
Para dar una solución a esta situación, la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) introdujo en 2017 el concepto de Dolor Nociplástico. Este término representa un avance crucial en la comprensión y el tratamiento del dolor crónico, al reconocer que el dolor puede surgir principalmente de un procesamiento alterado en el sistema nervioso, incluso cuando no hay una lesión evidente que lo justifique.
¿Qué es el dolor nociplástico?
El dolor nociplástico se define como el dolor que surge de una nocicepción alterada, es decir, el procesamiento anormal de las señales de dolor, a pesar de que no existe evidencia clara de daño tisular que cause la activación de los nociceptores periféricos ni de enfermedad o lesión del sistema somatosensorial que lo justifique por completo.
Dicho de otra manera, el dolor no se debe a un problema en el funcionamiento físico del cuerpo, como el tejido o el nervio, sino a un fallo en el sistema de alarma del cuerpo. El sistema nervioso central, conformado por el cerebro y la médula espinal, se vuelve hipersensible, un fenómeno conocido como sensibilización central. Las neuronas amplifican las señales de dolor y perciben como amenazantes o dolorosos estímulos que normalmente no lo serían.
Características del dolor nociplástico
- Dolor crónico. La sensación de dolor debe persistir por al menos 3 meses.
- Distribución regional o generalizada. El dolor es difuso o en áreas amplias, en lugar de estar localizado en un punto anatómico concreto.
- Hipersensibilidad. Presencia de alodinia, que es la sensación de dolor ante estímulos no dolorosos, como una caricia o el roce de la ropa; o hiperalgesia, respuesta exagerada a un estímulo doloroso.
- Síntomas asociados del Sistema Nervioso Central. Rara vez se presenta aislado; se acompaña frecuentemente de fatiga, alteraciones del sueño, deterioro cognitivo, hipersensibilidad a estímulos ambientales (luz, ruido, olores) y alteraciones del estado de ánimo.
Causas y mecanismos del dolor nociplástico
El desarrollo del dolor nociplástico es un proceso complejo y multifactorial, en el cual, no hay una única causa, sino una combinación de factores que predisponen y perpetúan la sensibilización central.
1. Fisiopatología: Sensibilización Central
El mecanismo fundamental es la neuroplasticidad maladaptativa en el sistema nervioso central, lo cual implica lo siguiente:
- Aumento de la excitabilidad neuronal. Las neuronas de la médula espinal y el cerebro se vuelven más reactivas. Un estímulo bajo puede provocar una respuesta de dolor exagerada debido a la liberación excesiva de neurotransmisores excitatorios.
- Disfunción de vías moduladoras. Las vías descendentes del cerebro que normalmente actúan para inhibir o calmar las señales de dolor están deterioradas o funcionan mal, permitiendo que las señales dolorosas se propaguen sin control.
- Neuroinflamación. Las células gliales, que son células de soporte del sistema nervioso, se activan liberando sustancias proinflamatorias que amplifican la señal de dolor en el SNC, manteniendo el estado de hipersensibilidad.
2. Factores predisponentes biopsicosociales
Ciertos factores hacen que un individuo sea más vulnerable a desarrollar este tipo de dolor.
- Biológicos. Antecedentes familiares de dolor crónico (genética), sexo femenino, infecciones persistentes o eventos traumáticos (cirugías, accidentes).
- Psicológicos. Trastornos de ansiedad, depresión, catastrofización del dolor (pensar que el dolor es lo peor y que no desaparecerá), miedo al movimiento (cinesiofobia).
- Sociales/Ambientales. Antecedentes de abuso físico o emocional, estrés crónico, bajo nivel socioeconómico, falta de apoyo social, estilos de vida poco saludables (sedentarismo, mala alimentación).
Tratamiento para el dolor nociplástico
Dado que el dolor nociplástico no se debe primariamente a la inflamación o a la lesión estructural, los analgésicos convencionales como los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) o los opioides suelen ser ineficaces o, incluso, contraproducentes a largo plazo.
Pero no todo son malas noticias, de hecho, el dolor nociplástico tiene tratamiento, pero es fundamental entender que el enfoque debe ser multidisciplinar y multimodal, centrado no solo en el síntoma, que es el dolor, sino en los mecanismos subyacentes de la sensibilización central y los factores biopsicosociales asociados.
El tratamiento se enfoca en recalibrar el sistema nervioso.
- Educación en Neurociencia del Dolor (PNE). Es el primer paso y fundamental. Se explica al paciente cómo funciona su sistema de alarma. Con esta acción, los especialistas esperan reducir el miedo y la catastrofización al entender que el dolor no siempre significa daño.
- Farmacológico (Adyuvante).Se utilizan medicamentos que modulan la actividad de los neurotransmisores en el Sistema Nervioso Central. Los más comunes son inhibidores de la recaptación de serotonina-norepinefrina (IRSN) y Antiepilépticos/Gabapentinoides.
- Terapia Cognitivo-Conductual. Aborda los factores psicológicos. Ayuda al paciente a modificar los patrones de pensamiento negativos, gestionar el estrés, y desarrollar estrategias de afrontamiento más saludables.
- Fisioterapia y ejercicio graduado. Esencial para desensibilizar el sistema nervioso. Se busca la reintroducción gradual del movimiento y la actividad física, rompiendo el ciclo de miedo-evitación (cinesiofobia), sin causar brotes de dolor.
- Tratamiento de comorbilidades. Abordaje del insomnio, la depresión y la fatiga con terapias específicas para mejorar la calidad de vida general.
¿Cómo evitar que el dolor nociplástico se desarrolle?
La prevención se centra en evitar la cronificación y la sensibilización del sistema nervioso en las etapas iniciales del dolor agudo. La estrategia preventiva se basa en la identificación temprana y el enfoque biopsicosocial.
- Manejo óptimo del dolor agudo. Tratar el dolor agudo de manera efectiva para reducir la intensidad de la señal nociceptiva inicial y minimizar el riesgo de que el sistema nervioso se adapte a un estado de hiperalerta.
- Detección precoz de factores de riesgo. Identificar a pacientes con altos niveles de miedo, catastrofización, ansiedad o depresión asociados al dolor. Estos pacientes son candidatos de alto riesgo para la cronificación y deben recibir intervención psicológica temprana.
- Promoción de la actividad y el afrontamiento activo. Desalentar el reposo prolongado y la evitación del movimiento. Fomentar una vuelta gradual y segura a las actividades diarias.
- Enfoque biopsicosocial desde el inicio. Integrar la evaluación de factores psicológicos y sociales junto con la evaluación física, incluso en el dolor subagudo.
El dolor nociplástico ha pasado de ser un dolor sin causa, a un dolor con un mecanismo claro, que es la sensibilización central. Este cambio conceptual es la llave para ofrecer esperanza y tratamientos dirigidos a millones de personas que sufren dolor crónico.
Fuentes:
- Fitzcharles MA, Cohen SP, Clauw DJ, Littlejohn G, Usui C, Häuser W. (2021). Nociplastic pain: towards an understanding of prevalent pain conditions. The Lancet, 397(10289): 2098-2110.
- International Association for the Study of Pain (IASP). IASP Terminology – Nociplastic Pain.
- Nijs J, Malfliet A, Nishigami T. (2023). Nociplastic pain and central sensitization in patients with chronic pain conditions: a terminology update for clinicians. Brazilian Journal of Physical Therapy, 27(2): 100518.
- Woolf CJ. (2011). Central sensitization: implications for the diagnosis and treatment of pain. Pain, 152(3 Suppl): S2-S15.





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